COMPROMISO ÁMeSe

En PALECH estamos convencidos de que la calidad humana empieza por uno mismo. No podemos hablar de este concepto si nuestros miembros no lo hacen suyo todos los días de su vida.

Es por ello que a partir del Congreso PALECH-CLIE 2016, los signantes del Pacto tomamos como acuerdo asumir el compromiso de llevar a cabo, de manera personal, las tres acciones seleccionadas durante las asambleas de miembros de PALECH.

Estas acciones emanan de los aspectos más relevantes tratados durante las conferencias magistrales y mesas de opinión de este evento realizado en Guadalajara, Jalisco, México en octubre de 2016.

Así, a partir de esa fecha, todos los miembros de PALECH realizamos estas acciones como un compromiso personal para mejorar nuestra calidad de vida e invitamos a todo mundo a ponerlas en práctica pues, son fáciles de realizar y tremendamente enriquecedoras.

Todos los días de nuestras vidas, al despertar, durante un minuto, demos gracias por escrito.

Tenemos mucho qué agradecer. Para empezar, estamos vivos y cada día es una gran oportunidad para crecer y trascender, para hacer de este mundo un lugar mejor para habitar.

¿A quién o a qué agradecer?

A quien quieras. Si profesas alguna religión, a la divinidad; si no, a la naturaleza, a tus seres queridos, al Universo, a ti mismo… es fácil decir gracias e iniciar el día con ese sentimiento de gratitud por tener una nueva oportunidad.

¿Por qué hacerlo por escrito?

Porque las palabras son poderosas y la palabra impresa se queda guardada con tinta indeleble sobre un papel y en nuestras vidas.

No te toma más de un minuto y comenzarás cada día de tu vida con la alegría de saberte vivo.

AGRADECE

Si queremos transformar positivamente nuestro entorno, debemos incidir directamente en él.

No podemos ser testigos de las cosas y solamente quejarnos, tenemos que tomar una postura y actuar.

El servicio comunitario es una manera de cambiar el mundo de forma contundente. A veces podemos pensar que el planeta está lleno de injusticias, inequidades, dolor y llanto y que no hay remedio.

No es así, todos los problemas tienen una solución aunque, de manera individual no tenemos la solución para todos los problemas. Por ello debemos elegir qué vamos a solucionar.

El servicio comunitario es favorecer directamente a alguien. En la medida de nuestras posibilidades económicas, emocionales y, sobre todo, de disponibilidad de tiempo, escojamos a quién servir, a quién ayudar, a quiénes cambiarles la vida.

Podemos cuidar el medio ambiente, podemos limpiar nuestra calle, podemos sembrar árboles, pero, sobre todo, podemos compartir nuestro tiempo, nuestros conocimientos, nuestro amor, con alguien que esté carente de ello.

Busca las instituciones a las que te puedas acercar para ofrecerte como voluntario. En todas las localidades existirá alguna, y realiza servicio comunitario, regala una parte de ti a quien lo necesita. Descubrirás que no sólo cambiará su vida, sino también la tuya.

HAZ SERVICIO COMUNITARIO

La rutina cotidiana, los problemas, los imprevistos, el trabajo, el tráfico, las frustraciones y todos los sucesos a los que nos enfrentamos diariamente son generadores de estrés y éste a su vez es causa de múltiples trastornos físicos, mentales y emocionales.

Es importante parar 10 minutos a mitad del día. Poner un freno a nuestras actividades aceleradas, guardar silencio y respirar… sólo eso, RESPIRAR.

No es necesario que domines las técnicas de meditación, relajación o respiración que existen. Si lo haces, mejor; pero si no, no te preocupes. Sólo déjate ir, ponte cómodo, relaja tus músculos, cierra los ojos y respira profundamente, vuelve a respirar… inhala, exhala. Sólo eso. Nada más.

No hacer, más que respirar y cerrar los ojos en silencio total, te dará el descanso que tu mente y tu cuerpo necesitan, te hará entrar en armonía con el cosmos y te llenará de energía para continuar tu jornada.

MEDITA