VALORES

Actualmente, los valores humanos universales y los principios cívicos de convivencia social han perdido la importancia en nuestras vidas y esta es una de las principales razones por las que estamos perdiendo como sociedad y como especie.

El bullying, la violencia, cada vez es más frecuente en las escuelas; la inseguridad pervive en cualquier lugar de México y Latinoamérica, existe un clima de incivilidad.

Cada vez más niños y jóvenes pertenecen al crimen organizado, cada vez, más miembros de las nuevas generaciones desean dinero fácil, vida excéntrica y grandes riquezas; aspiran a ser narcotraficantes.

Los héroes o protagonistas en las series de televisión son “los malos”, la descomposición social que durante las últimas décadas vive nuestra sociedad es innegable.

Es evidente que existe un hilo conductor que une a dichos factores y que fomenta su desarrollo: la calidad de la formación que están recibiendo los individuos, en la que se ha abandonado o descuidado en la teoría, en la práctica y en la importancia que se les da, a los valores humanos y principios cívicos de convivencia social.

TODOS SOMOS RESPONSABLES

Es una frase común que las nuevas generaciones son irresponsables, desinteresadas, irreverentes… Si esto es cierto, entonces la pregunta es ¿quién los hizo irresponsables?, ¿por qué son desinteresados?, ¿quién les ha permitido ser irreverentes?

Parece ser que en todas las respuestas aparecemos los padres, las generaciones adultas. Las nuevas generaciones son producto de lo que nosotros creamos y permitimos.

Sin embargo, las nuevas generaciones también son más bondadosas, menos envidiosas, realizan alianzas, mantienen una excelente comunicación entre ellos, son más justos, mejores críticos, dispuestos a la adaptación, al cambio.

Generemos seres humanos con mejor autoestima, que se sientan aceptados, queridos, atendidos, apoyados, involucrados, desarrollando su conciencia para que sean capaces de dar, sin recibir nada a cambio, de ser sin buscar complacer, de sentir amor y ser capaz de otorgarlo porque, no importa el país o el continente, la gente amada es gente feliz y la gente feliz es equilibrada.

En PALECH rescatamos cinco de los valores universales que han impulsado a nuestras civilizaciones a lo largo de la historia.

HONESTIDAD

Autoconciencia que te lleva al cumplimiento de promesas de manera coherente con tu persona en beneficio de tu entorno.

Ser honesto es ser decente, recatado, razonable y justo. Es tener la virtud de actuar de acuerdo con nuestros pensamientos y sentimientos. Ser coherentes y respetar las normas que se consideran correctas y adecuadas en la comunidad a la que se pertenece.

Según Confucio, la honestidad es uno de los valores y componentes más importantes de una personalidad saludable con tu entorno y con los demás

HONOR

Cumplimiento de los propios deberes para con el prójimo y uno mismo, respetando nuestros principios y distinguiendo siempre lo bueno de lo malo.

Implica la aceptación personal, social y jurídica de una cualidad moral vinculada al deber, a la virtud, al mérito, al heroísmo.

Más allá de su asociación a la dignidad humana, el honor es la virtud de respetarse a sí mismo y a los demás, de cumplir con la palabra, de honrar nuestras promesas y compromisos sin ningún otro estímulo que el honor en sí mismo.

VERDAD

Aunque sabemos que no existe la “verdad absoluta”, también estamos de acuerdo en que hay hechos reales y tangibles que no podemos negar, que existe una conformidad de las cosas con el concepto que de ellas forma la mente.

La verdad es la congruencia de lo que se dice con lo que se siente o se piensa. Es una coincidencia entre los hechos y la descripción que hacemos de ellos.

La verdad incluye la honestidad, la buena fe y la sinceridad.

PAZ

Balance personal y social según las creencias y convicciones que permita un desarrollo adecuado del ser humano y de la sociedad.

Es un estado de equilibrio y armonía entre las personas, o entre los países, sin enfrentamientos ni conflictos, una situación de tranquilidad mental libre de perturbaciones o inquietudes en el que se puede disfrutar del ser con la conciencia de unidad con el entorno.

AMOR

Es la fuerza que nos impulsa a realizar actos de bien, un sentimiento intenso del ser humano que, partiendo de su propia insuficiencia, necesita y busca el encuentro y unión con otro ser.

El amor es un sentimiento hacia otra u otras personas con las que nos unimos, nos completamos. Nos da alegría y energía para convivir, comunicarnos y crear.

Es un concepto universal que se refiere a la afinidad entre los seres. Representa todo el afecto, la bondad y la compasión del ser humano.